ANA SE QUEDA CON...
Me resulta muy fácil escribir estas líneas, pues se han barajado temas muy interesantes, y han surgido debates en los que he podido reflexionar bastante. Está claro que me quedo con todo lo referente a la innovación en los contenidos, metodología, recursos, o evaluación. Sin embargo, no me gustaría volver a repetir en este documento lo que ya he expresado en otros.
Por ello, me quedo con la necesidad que existe hoy en día por que los docentes cambien sus perspectivas y concepciones del proceso enseñanza-aprendizaje. De nada vale reflexionar sobre la necesidad de innovación en determinados campos si no se está plenamente convencido de ello. Observo que los docentes no están de acuerdo con el funcionamiento del sistema, pero existen ciertas reticencias a luchar por un cambio necesario. Son muchas las quejas y reclamaciones pero muy pocas las propuestas o las ganas por mejorar y cambiar la concepción de la enseñanza. La actitud derrotista no puede hacer mella en docentes jóvenes como nosotros. Si denunciamos ciertas deficiencias, debemos ser coherentes y realizar propuestas que lleven a la mejora de la práctica. Vivimos en una época de pleno cambio, y los docentes debemos asimilarlo de una vez por todas. La realidad cambia, y tenemos que cambiar nuestras perspectivas y concepciones. El cambio de conciencia es lo más importante, y observo que muy pocos docentes estarían dispuestos a ello.
El cambio es difícil, es un camino muy largo y desesperanzador, pero hay que poner los primeros granitos de arena y contribuir a la mejora. Tenemos que luchar por crear ciudadanos libres y autónomos capaces de aportar cosas interesantes a la nueva sociedad que se está creando hoy en día. Me quedo con aportaciones interesantes que creo que son la clave para el progreso y la adecuación a los tiempos: enseñanza y evaluación por competencias (habilidades para la resolución de cuestiones enmarcadas en un contexto de uso), y aprendizaje basado en la reflexión sobre el uso. Una propuesta interesante sería dejar que los alumnos construyan su propio conocimiento y darles la oportunidad de interpretar y reflexionar sobre el mundo que les rodea. Establecer conexiones entre la sociedad y su mundo interior, sirviéndonos de los contenidos únicamente como mera herramienta.
Este planteamiento no es utópico, pues me ha reconfortado aprender nuevos métodos que hacen uso de este sistema, y que ofrecen resultados positivos. Creo que queda mucho por hacer, y, como hemos visto en esta asignatura, ES POSIBLE.
SOLO SE NECESITA UN CAMBIO DE CONCIENCIA EN LOS DOCENTES JÓVENES, QUE HOY EN DÍA, LAMENTABLEMENTE, NO EXISTE.
Por ello, me quedo con la necesidad que existe hoy en día por que los docentes cambien sus perspectivas y concepciones del proceso enseñanza-aprendizaje. De nada vale reflexionar sobre la necesidad de innovación en determinados campos si no se está plenamente convencido de ello. Observo que los docentes no están de acuerdo con el funcionamiento del sistema, pero existen ciertas reticencias a luchar por un cambio necesario. Son muchas las quejas y reclamaciones pero muy pocas las propuestas o las ganas por mejorar y cambiar la concepción de la enseñanza. La actitud derrotista no puede hacer mella en docentes jóvenes como nosotros. Si denunciamos ciertas deficiencias, debemos ser coherentes y realizar propuestas que lleven a la mejora de la práctica. Vivimos en una época de pleno cambio, y los docentes debemos asimilarlo de una vez por todas. La realidad cambia, y tenemos que cambiar nuestras perspectivas y concepciones. El cambio de conciencia es lo más importante, y observo que muy pocos docentes estarían dispuestos a ello.
El cambio es difícil, es un camino muy largo y desesperanzador, pero hay que poner los primeros granitos de arena y contribuir a la mejora. Tenemos que luchar por crear ciudadanos libres y autónomos capaces de aportar cosas interesantes a la nueva sociedad que se está creando hoy en día. Me quedo con aportaciones interesantes que creo que son la clave para el progreso y la adecuación a los tiempos: enseñanza y evaluación por competencias (habilidades para la resolución de cuestiones enmarcadas en un contexto de uso), y aprendizaje basado en la reflexión sobre el uso. Una propuesta interesante sería dejar que los alumnos construyan su propio conocimiento y darles la oportunidad de interpretar y reflexionar sobre el mundo que les rodea. Establecer conexiones entre la sociedad y su mundo interior, sirviéndonos de los contenidos únicamente como mera herramienta.
Este planteamiento no es utópico, pues me ha reconfortado aprender nuevos métodos que hacen uso de este sistema, y que ofrecen resultados positivos. Creo que queda mucho por hacer, y, como hemos visto en esta asignatura, ES POSIBLE.
SOLO SE NECESITA UN CAMBIO DE CONCIENCIA EN LOS DOCENTES JÓVENES, QUE HOY EN DÍA, LAMENTABLEMENTE, NO EXISTE.