MANUEL SE QUEDA CON...
Sobre la metodología me quedo con la capacidad que puede tener un profesor de evitar las rutinas en la clase, sorprendiendo a sus alumnos y alumnas para hacer las clases más entretenidas y, además, con la transmisión de la pasión por la lengua y la literatura. Esa sensación puede causar mucho impacto en los alumnos y alumnas que se tienen delante, además, de demostrar verdaderamente cuál es tu vocación. Cuántos de nosotros y nosotras elegimos este camino por ese amor y carisma que nos transmitió algún profesor o profesora.
Acerca de la innovación en los recursos, me quedo con la concepción de que utilizar recursos tecnológicos sin una perspectiva diferente a la tradicional no sirve de nada, es decir, tenemos que mentalizarnos y cambiar nosotros para que aquello que utilicemos, sea tecnológico o no, sea realmente innovador. Imprimiendo nuestro carácter y personalidad en aquello que hacemos, se muestra verdaderamente nuestro aporte innovador. Porque todos y todas somos iguales, pero diferentes, al igual que los alumnos y las alumnas.
En cuanto a los objetivos, una gran innovación sería observar lo que tanto han investigado los y las colegas de ELE, es decir, acercar el enfoque comunicativo de la lengua a nuestras aulas, planteándonos objetivos que realmente sirvan para comunicarnos. Asimismo, plantearnos objetivos como las habilidades y no el aprendizaje de contenidos, sería una gran innovación con la cual me quedo.
En relación a la evaluación, me quedo con la distinción entre la propia evaluación, que es un proceso más elaborado y productivo (retroalimentación), mientras que la calificación es el hecho de darle una nota a todo ese proceso. También, me quedo con la idea de evaluar competencias y no contenidos, puesto que se ha demostrado que las competencias es lo que fuera del colegio le servirá a un estudiante para desenvolverse en el examen de la vida y no unos contenidos aprendidos de memoria. Evaluar el interés, el compromiso o la implicación, por ejemplo, también son propuestas innovadoras con las cuales me quedo.
Finalmente, sobre los materiales y los recursos me quedo con el hecho de que siempre hay que estar actualizándose, formándose como profesor y reflexionando siempre sobre la efectividad de los recursos o materiales empleados, teniendo en cuenta siempre el tipo de alumnado que se tiene enfrente. No obstante, en internet existen multitud de materiales y recursos que pueden servir de inspiración para crear uno propio. No se debe tener miedo a plantear nuevos recursos que a priori puedan parecer arriesgados de llevar a cabo.
Somos jóvenes y tenemos la fuerza y la vitalidad para cambiar ciertas cosas, como las que se han apuntado arriba, no podemos pasar por el mundo sin haberlo cambiado un poco, ni tampoco pasar por esta profesión sin intentar cambiarla aunque sea mínimamente.
Ya he expuesto con todo aquello con lo cual me quedo, ahora os dejo a vosotros y vosotras la siguiente imagen que espero que inspire alguna reflexión:
Acerca de la innovación en los recursos, me quedo con la concepción de que utilizar recursos tecnológicos sin una perspectiva diferente a la tradicional no sirve de nada, es decir, tenemos que mentalizarnos y cambiar nosotros para que aquello que utilicemos, sea tecnológico o no, sea realmente innovador. Imprimiendo nuestro carácter y personalidad en aquello que hacemos, se muestra verdaderamente nuestro aporte innovador. Porque todos y todas somos iguales, pero diferentes, al igual que los alumnos y las alumnas.
En cuanto a los objetivos, una gran innovación sería observar lo que tanto han investigado los y las colegas de ELE, es decir, acercar el enfoque comunicativo de la lengua a nuestras aulas, planteándonos objetivos que realmente sirvan para comunicarnos. Asimismo, plantearnos objetivos como las habilidades y no el aprendizaje de contenidos, sería una gran innovación con la cual me quedo.
En relación a la evaluación, me quedo con la distinción entre la propia evaluación, que es un proceso más elaborado y productivo (retroalimentación), mientras que la calificación es el hecho de darle una nota a todo ese proceso. También, me quedo con la idea de evaluar competencias y no contenidos, puesto que se ha demostrado que las competencias es lo que fuera del colegio le servirá a un estudiante para desenvolverse en el examen de la vida y no unos contenidos aprendidos de memoria. Evaluar el interés, el compromiso o la implicación, por ejemplo, también son propuestas innovadoras con las cuales me quedo.
Finalmente, sobre los materiales y los recursos me quedo con el hecho de que siempre hay que estar actualizándose, formándose como profesor y reflexionando siempre sobre la efectividad de los recursos o materiales empleados, teniendo en cuenta siempre el tipo de alumnado que se tiene enfrente. No obstante, en internet existen multitud de materiales y recursos que pueden servir de inspiración para crear uno propio. No se debe tener miedo a plantear nuevos recursos que a priori puedan parecer arriesgados de llevar a cabo.
Somos jóvenes y tenemos la fuerza y la vitalidad para cambiar ciertas cosas, como las que se han apuntado arriba, no podemos pasar por el mundo sin haberlo cambiado un poco, ni tampoco pasar por esta profesión sin intentar cambiarla aunque sea mínimamente.
Ya he expuesto con todo aquello con lo cual me quedo, ahora os dejo a vosotros y vosotras la siguiente imagen que espero que inspire alguna reflexión: